Mucho después, las civilizaciones añadieron los números. Es como si para hacer un bebé más inteligente, en vez de música, le diéramos, en su vida embrionaria, cantidad de numeros y matematicas...
Las matematicas atropellan de este modo la sensibilidad occidental, si se les dan antes de tiempo. En vez de ver el paisaje a través de ventanas, los chavales terminan fijándose más en un enrejado espeso de cifras que dificulta grandemente, como una celosía espesa, el aprendizaje gradual y enriquecedor del mundo real, de "ahí fuera". Puedes recorrer miles de kms de naturaleza sin descubrir un sólo número, extasiado con toda la riqueza que devoras, sín números, y con gran fruición.
Los números nos engañan. ¿Acaso estás contando continuamente el número de amigos con los que compartes una fiesta? No, estás disfrutando sin ni siquiera contar el número de viajes que tu mano alcanza el plato de las croquetas, ni el número de veces que las masticas. Los números en verdad lo que nos muestran, no es una cantidad, un punto puntual, como sería la nota de tu examen final, donde lo único que se suele mirar es si está por encima o por debajo de un punto que es el cinco, el aprobado. Eso es una deriva perversa y hartamente simplificadora de la realidad. A más amigos, lo que aumenta no es el numero de personas, no, lo que se incrementa es el numero de posibilidades, de conectancia entre nosotras, de aprendizajes diversos y disfrutones.
Sean ocho amigas en una fiesta.
Una amiga equivale a una biografía.
Una biografía es un número de memes.
Así, una amiga puede ser definida como una MEMA, o conjunto de memes.
Los memes que constituyen la experiencia de un organismo, son su MEMOria.
Nuestra MEMOria se modifica y crece, exponencialmente y continuamente.
Para empezar, somos seres infinitos en una sensosfera infinita, de infinitas sensaciones.
Transfinitos de Borges que así bajamos de la higuera de "lo imposible" y los hacemos tangibles, sensibles, perceptibles, luego verdaderos, verdad fenomenologica como experiencia consciente.
Las conexiones sensoriales que mantenemos con la sensosfera son también transfinitas.
Claro que hay que situarse ¿es tu caso? en un entorno transfinito de miradas arbitrarias de un aula circular, donde cada cual tiene acceso direct e instantáneo a cualquiera de los demás simplemente girando esa maravilla de tecnología cervical llamada cuello.
Pues inclso estando dentro de un aula cerrada sensorialmente a la calle o al jardin, y con las ventanas incluso cerradas y acortinadas, seguimos viajando sensorialmente en el seno de los números transfinitos, si es que las sillas están en U o en círculo, como afortunadamente hacen en educación especial de la UMA, según me contaron el otro día, tres muy vivas alumnas, tras asaltarlas ( encuestarlas) en un aula de informatica. Todas las clases, me dijeron, las dan en "U". Ya no es ninguna utopía, pues, si en la UMA hay profalumnas que comparten el cien por cien de sus clases en apertura total visual, lo otro, "las aulas del pasado", según "la crónica universitaria" que es un periódico de la UMA, son megaGURKAS, donde la función "idolatría" y o "ADORACIÓN", SIGUEN TAN PATENTES, patriarcalmente hablando, como en la más tierna infancia de nuestra judeocristiana religion.
¿empezamos con treinta? vale..., cada cual "adolece" de 800 millones de neuronas en las dos retinas sumadas. 30 por 800 son 24 mil millones de neuronas retinales. Y que conste que nos abstraemos, y por tanto super simplificamos, todo nuestro arsenal sensorial y comunicacional, solamente a los ojos, que no son poco!
24 mil millones de neuronas, ¡dirigidas! hacia todas las direcciones. Es la magia de la U o del circulo. Que mira hacia "dentro" de él, y hacia "fuera". Los limites estos son borrosos, por ello entrecomilladas están.
24 mil millones de neuronas continuamene atareadas y entretenidas, que no aburridas, ni (etimolgicamente derivada) aborrecidas.
24 mil millones de neuronas (tengo pendiente contar sus mitocondrias eh!) que interactúan y por tanto, son muchisimas más.
Si las combinaciones posibles entre nuestras neuronas (unipersonales) es ya superior al número de átomos del universo...
Supongo que a alguno le desbordará tanto numerazo, pero recuerde, quizás sea porque osté anda de vez en cuando atareado con "numeritos", con números esclavos de nuestra cotidianidad, que suelen ser mucho más pequeños que los transfinitos que dominan tu biologicidad. ¿Qué pasa entonces? que puede que estos bloqueos transfinitos, tengan esa causa, la domesticacion captalista de todo es igual a un numero, pero ¡esclavo!
Así, pues, podriamos definir dos clases de numeros, o mejor dicho, dos maneras de comernos, o disfrutar los números. Como puntitos fijos, puntuales, solos, a lo lar go de u na lí nea, (mundo 1.0) o bien, como nubes gigantescas de posibilidades de interrelaciones.
Cuando el capitalismo odiaba las relaciones. Tanto en la fábrica, como en el aula (1.0), estába prohibido hablar (con el otro) El otro, se invisibilizaba de tal modo que a lo mejo durante años no llegas a hablar con algun vecino ni una sola palabra, con algun compañero de clase, con algun compa de trabajo... Pero aún así, la sensosfera es tan transfinita que no pasa nada en la practica, ya que con alguna mirada que hayais compartido hay tantas neuronas en juego que la informacion ha sido espléndida, mucho más de lo que nuestros prejuicios, basados en la antigua ciencia, nos lleven a imaginar.
Así, cada número, se redescubre a sí mismo, en su multidimnsionalidad de relaciones o relacional.
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