La consciencia de nosotros mísmos y del mundo donde vivimos que mi generación ha heredado, es casi tan extensa como los testículos de un mosquito cojonero.
La encarcelación de la sensorialidad de todo el cuerpo y la cruel dictadura del cerebrito, nos han llevado a que vivamos en un mundo con cientos de millones de enfermos de depresión crónica; afectando tanto a los países del sur como a los del norte. Los laboratorios se ponen las botas vendiendo ansiolíticos; la guardia civil hace el agosto en cualquier evento donde acudamos jóvenes . Que nadie se pribe de lucrarse gracias a la carroña moral, por favor. La lista de carroñeros es interminable. Carroñeros amparados por el ocultismo y la clandestinidad, que crean y crean, y se regocijan, con la invención de nuevos conflictos: guerras, hambres, pandemias....
Los sentimientos de aislamiento, de frustración, de enojo, creán el marco adecuado para enfermar rápidamente.
Casi toda la peña con hipotekones de medio siglo a mil euros al mes, y sin trabajo. Con escasa formación y con poco mundo interior. El paisaje cada vez más destruído.
Vaya mierda de progreso y de democracia.
La incapacidad de comunicación fluye a velocidades desorbitantes por las calles. La nueva generación de estúpidos es paralizante. La comunicación y el buen rollo parece ser cosa de dinosaurios y de hippies.
Me revelo ante este panorama tan shungo. Al final, la verdad prevalece.
Aunque te levantes una mañana extasiado por las exuberancias del mundo subatómico; que te ha sorprendido una mañana más con sus detallitos; vas a seguir enfadado un buen rato gordo. El potaje bioquímico fluye y fluye panchamente por el cuerpo. En un esfuerzo demoledor consigues por fin hacerte con las riendas de ti mismo.
Primero te pones a escribir sin ganas, pero aún así, sigues y sigues escribiendo,porque pasas tanto de tu opinión bipolarizada y neurótica respecto a tu propia incapacidad de escribir, que llegas a la conclusión de que quizás a alguién le seán de ayuda tus difusas ideas.
La capacidad creativa crece y crece en ti un poquito todos los días. Relacionas ideas, haces juegos de palabras...... Cien mil cosas para llenar el tiempo........
Las preguntas existenciales te alzan y te hunden en una indeterminada e impredecible realidad cuántica, que trata y trata de explicarse a ella misma, y a ti mientrás que te den por saco. Te utiliza y te utiliza para tomar conmsciencia, mientrás tú lo único que quieres es tomar birra y bailar.................
Las estructuras patriarcales, dicotomizadores, reduccionistas y estrechas, tratan con ahínco de alejarte de la sensorialidad complaciente e innata que te ha tokado disfrutar, como germen del proceso acumulativa de la cultura. Tu Karma, o tus bailones átomos, han danzado y danzado inenterrunpidamente desde el Big-Band. Intentan e intentan alejarnos de nuestra esencia, de nuestra sintonización cósmica, pero al final, el malo abductor y arrogante pierde los papeles. La sensoesfera está soltando trillones de bytes de información. El pulso de Gaia supera a cualquier restricción científica, artística, o cultural. Da igual, la efervescencia se corre por nuestras coronillas; aunque fumes chesterfield.
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