Por Marguling nos referimos a la prosa de esta bióloga generalista que abarca tantas dimensiones de la biología: desde la bacteria hasta Gaia y el Cosmos.
Releer hace días su Qué es la Vida nos ha llevado a constatar que sus textos son zigzagueantes a más no poder, ya que son múltiples los temas tratados, eso sí, desde la biología generalista cuyo nicho estaba prácticamente vacío, ya que existen muy pocos biologos que traten la biología con la amplitud que lo hace Lynn Margulis.
Defensora a ultranza de la incómoda (para los biologos confesionales) Teoría Gaia, su campo de acción principal han sido y son las bacterias. Y la cosmología le pilla cerquita despues de todo esto, ya que en sus libros habla de la vida como un fenómeno cosmológico. Después de todo el coautor, Dorion Sagan es también carne de la carne de Carl Sagan el cosmólogo.
Qué quiere decir todo esto?
Pues que Lynn ha encontrado un nicho vacío, muy vacío, que es la biología generalista o biología global.
Es un gran nicho, grandísimo, dado que la biología si se caracteriza hoy día por algo es por la revolución enorme en la que está inscrita desde hace décadas. De todas las discipolinas científicas es sin duda la biología la mas revolucionada. Y sin duda Margulis es su paladín mas señera, dado que como reconoce Eldredge, ha conseguido rehacer los libros de texto escolares de biología.
Junto a la relevancia de este nicho que estaba virgen, debemos añadir la energía potencial que tiene el hecho, paradójico a más no poder, de que los planteamientos de esta bióloga (y de su saga) hayan sido en la práctica, prácticamente ignorados en los ecosistemas académicos, salvo rarísimas excepciones.
Está claro que el capitaklismo es un dignísimo hijo o hijastro del Darwinismo (=Darwinismo social= ultradarwinismo).
Debe quedar claro que Margulis no es antidarwinista, sino darwinista. Ella despotrica del neodarwinismo y en sus modelos evolutivos cuenta con las propuestas darwinianas en sana complementariedad con su vision integradora de la simbiosis.
Entonces, tenemos una academia mojigata-neodarwinista-sociodarwinista, que ignora lo que los niños/as estudian en su mas tierna infancia, en parte debido a la redundancia histórica de estudiar casi exclusivamente la evolución a partir de modelos de animales grandotes, los más cercanos al dichoso Homo sapiens. Esto le lleva a decir a Lynn que los evolucionistas (de bichos grandes) codifican una grandísima ignorancia al prejuiciar los caminos de la evolución sin tener para nada en cuenta la mayor parte del tiempo evolutivo, es decir, los miles de millones de años en que en la Tierra no había un puñetero vertebrado o ni siquiera un maldito animal.
Si hemos empezado hablando de un nuevo verbo, que llamamos MARGULING, es porque donde queríamos llegar es al papel que juega nuestra Simbiodiversidad en todo este proceso de evolución del conocimiento.
Nos conforta bastante la sensación con la que vivimos desde que se nos ocurrió profundizar en la simbiodiversidad. Sobre todo cuando somos conscientes de que ese silencio ensordecedor de la sociedad del conocimiento respecto a nuestra simbiodiversidad, en buena medida corre paralelo al desprecio que sufrem las ideas margulianas o del margulismo, en los ecosistemas académicos.
Nos conforta el significativo hecho de ser rechazado su primer libro (de Margulis) por diecitantas editoriales...
¿Qué es lo que hemos hecho desde la Simbiodiversidad en la ruta ya iniciada por Lynn Margulis y la saga del Margulismo?
Pues el otro día nos dimos cuenta releyendo a Margulis que su prosa densa y muy rica se nos parecía más de la cuenta a la nuestra de la simbiodiversidad, como para no echarle cuenta.
Lo que nos lleva a pensar que la simbiodiversidad , cuyas madrinas ya dijimos que eran, y son, Margulis y Lovelock, lo que hace es impulsarse, como nave espacial, desde los conocimientos elaborados por Margulis y compañía, hacia una biología aún más generalista; tan generalista que pierde las fronteras de lo que es biología y se abalanza con toda libertad y con mucho brío hacia el universo de la CIENCIA GLOBAL.
Sin duda esto no habría sido posible si el listón no hubiera sido puesto tan alto por estos guerreros del conocimiento que son Margulis y Lovelock.
Pensamos también que la simbiodiversidad, por su enfoque aún más global, va a permitir romper definitivamente el cascarón de la ignorancia que rodea a la biología generalista de Lynn Margulis y al Margulismo.
La simbiodiversidad rellena el plano inclinado que va desde el suelo (ignorancia) hasta el nivel donde situaron el listón Lovelock y Lynn. Al cubrir tantas áreas distintas del conocimiento, de la sociedad del conocimiento, y de la sociedad de las tecnologías de la información, la Simbiodiversidad se construye autopoiéticamente a sí misma, de una manera cómoda, razonable, manejable y "a la carta".
La SIMBIODIVERSIDAD es un auténtica revolución "a la carta" que se construye a partir de los ladrillos que cada uno va eligiendo libremente, eso sí, a partir de los sólidos cimientos ya aportados tan a la pefección por Lovelock y Margulis.
Por supuesto que la simbiodiversidad se nutre también a la perfección de pasteles tan suculentos como la biofilia o la biodiversidad, la conservación simbiótica, la diversidad bio-cultural , o la nueva idea de la "Sensosfera" surgida con fuerza desde la fenomenología de la percepción.
Finalmente, no nos gustaría despedirnos de este texto sin nombrar un poderoso acicate que encontramos al releer Qué es la Vida:
Resulta que la revolución darwiniana seguía intacta, al no haber podido llevar a término el proyectado matrimonio entre "el hombre" y "los otros" animales.
Lo reacia que sigue siendo mucha gente para considerarnos verdaderos animales a nosotros mismos y mismas, no es más que el más claro síntoma de confesionalidad que sigue dirigiendo el quehacer en nuestras academias. Recordar aquí que el 90 por ciento de las primeras universidades estadounidenses eran de la IGLESIA. Y que por ejemplo la estructura jerarquica del aula sigue siendo la misma que en la recién fundada universidad salmantina.
Así se puede comprender el crimen epistemológico que resulta de colocar a un zoólogo a estudiar al ser humano y sus agrupaciones sociales.
Así se puede quizas comprender la facilidad de conexiones epistémicas que han resultado desde un punto de vista de un zoólogo practicante cuando sus ojos y todos sus sistemas de percepción se centran en el animal humano, que por cierto es una especie extinguida en la práctica en los programas académicos de la carrera de biología.
Resumiendo, la increíble fuerza de Lynn, comprobable fácilmente en su tsunámica bibliografía, nos ha contagiado hasta la saciedad , en unión, por cierto, de todo un maremagnum de (a)disciplinas que por su caracter integrador nos han ido enseñando a declinar el verbo integrar.
Integrar conocimiento en la (di)sociedad del conocimiento (disociado) resulta, amen de una herejía execrable e inaceptable, un deporte superfacilón y contagioso, que se convierte en un tobogán cuesta abajo, cada vez con más inercia; ya que cada vez que integras el verbo integrar (o declinas) lo haces a un nivel:
1) cada vez más integrador
y 2) cada vez más alejado del común denominador académico, que sigue estando anclado en un especialismo tan profundo.
EN RESUMEN: zemos UN ANIMAL que ademas de estudiar a sus colegas animales tiene la desfachatez de estudiarse a si mismo como especie y como individuo y como comunidad de individuos de 100+ especies distintas asociadas entre sí Y CON decenas de millones de especies vivientes en este planeta cuya simbiodiversidad se ve ademas sumamente enriquecida por la dibersidad de paisajes no solo geneticos, proteinicos, metabolomicos, metasimbiómicos, sino tambien meta cristalinos, metamineralógicos, climatologicos, etc... etc...
Y como tenemos una ciencia y tecnología de lujo, pues que mejor momento para seguir aventurarnos en la ciencia global cuya energía potencial "causis ignorantiae" está demasiado peligrosamente cerca del infinito. (ya lo decía einstein: solo hay dos cosas realmente infinitas: la estupidez humana y el universo)
Y besitos animales para tod@s
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